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Foros Generales => Noticias => Mensaje iniciado por: wolfbcn en 22 Marzo 2013, 01:48 am



Título: De 'arreglaimpresoras' a director técnico: la evolución social del ingeniero ...
Publicado por: wolfbcn en 22 Marzo 2013, 01:48 am
Hace diez años, éramos muchos los que trabajábamos en una oficina en la que, si teníamos suerte, había un ingeniero informático. Se trataba de un personaje al que acudíamos cuando necesitábamos tareas de lo más variopintas: desde instalar el Messenger a borrar los virus del ordenador, pasando por gritarle que la impresora no funcionaba, decirle que nos bajase películas de internet o pedirle que arreglase, básicamente, cualquier cosa que tuviese botones.

Pero la historia ha cambiado. Los ingenieros informáticos han pasado de ser accesorios a convertirse en imprescindibles en toda aquella empresa que pretende salir airosa de la era digital. Han pasado de 'arreglaimpresoras' a CTO´s ('chief technology officer'/director técnico).

"Hoy el 'software' está en todas partes. Hay más líneas de código en cualquier coche moderno que en Twitter y Facebook juntos", asegura David Bonilla. De este modo, como reconoce Rafael Cabanillas, cofundador de AcumbaMail, la imagen "ha evolucionado gracias a las 'startups', en las que el ingeniero informático suele tener un papel principal y una gran responsabilidad".
 

¿Una minoría mal pagada?
Para algunos, estos ingenieros han pasado por varias fases: "Al principio eran seres místicos que llamaban gratis por las cabinas y podían causar una guerra nuclear si se levantaban con mal pie. Con la burbuja 'puntocom' llegó aquéllo de los chavales 'piterpanescos' con ideas millonarias. Luego que si los 'geeks', que si los 'frikis'...", nos cuenta Alfredo de Hoces.

En cualquier caso, y pese a que su imagen profesional ha subido, Cabanillas advierte: "No nos olvidemos de que los ingenieros que trabajamos en 'startups' somos minoría. Muchos de mis compañeros de carrera trabajan para grandes empresas en las que solo realizan tareas de programación muy mal pagadas y prácticamente sin horarios".

Estos profesionales a los que se refiere Cabanillas son buena muestra de uno de los tradicionales problemas de muchos ingenieros: sentirse infravalorados. Algo de lo que a menudo cuesta despegarse. "Aunque cada vez se depende más de nuestro trabajo, no se llega a valorar lo suficiente. En mi caso el tema es más complicado, ya que me muevo en un mundo de hombres y, aunque parezca mentira, siendo mujer cuesta mucho más hacerte valer", nos cuenta una directora técnica.

"El mercado nos ha puesto en el sitio correcto"
De todos modos, su protagonismo en las empresas ha aumentando indudablemente: "Ya no se nos dan órdenes de 'Haz que esto funcione' o 'Instálame este ordenador'. Ahora se nos consulta y las estrategias de muchas empresas dependen de lo que podamos hacer", asegura Nuño López, de coches.com.

Así, nos encontramos con una situación en la que parece que, de cara a la sociedad, su imagen ha cambiado. Para David Bonilla, la explicación es simple: "No se nos debe, se nos necesita. Las empresas españolas tienen que cambiar su mentalidad, innovar y crear un escenario donde la inversión en 'software' no es una opción".

Para Nuño, "la tecnología no es una 'commodity', y para poder diversificar o mejorar los procesos productivos tienes que pasar por mejorar tu tecnología casi siempre. ¿No valorarías más a esa gente que mantiene en orden la empresa y te permite hacer lo que en el año 2000 era impensable? Creo que nadie nos debe nada, el mercado nos pone en el sitio correcto".

En realidad, Alfredo de Hoces cree que valorar al profesional, a fin de cuentas, no era tan difícil: "Los informáticos no aspiramos a que se nos dore la píldora con ridículas ofertas tipo: Se buscan geniales 'hackers' de software libre 'peer to peer' de la revolución tecnocrática para empresa desenfadada líder en el sector que regala un pokémon al empleado del mes. Siempre intentando tocarnos no se qué fibra sensible de un narcisismo infantil mal curado. Nos basta con que laboralmente no se nos tome el pelo".

"Mi suegro me pide que le arregle el ordenador"
Pero, ¿y en la sociedad? ¿Valora el ciudadano individual la labor de un ingeniero? "Si te sirve como indicador, mi suegro sigue pidiéndome que le arregle el ordenador o le instale el último 'driver' de la impresora. No me sienta mal, me frustra", asegura Bonilla.

Alfredo también tira de anécdota: "Mi profesor de latín una vez me preguntó qué carrera pensaba estudiar. Le dije que ingeniería informática y el señor me espetó que no entendía por qué tenía que haber una carrera para aprender a manejar ordenadores si no la había para aprender a manejar lavadoras y todo el mundo tenía una en su casa. Parece ser que el hombre pensaba que las lavadoras y los ordenadores crecen solitos en los invernaderos".

"Yo sigo arreglando encantado los ordenadores a los amigos y vecinos", asegura Cabanillas, "pero, ¿se pondría el mono azul un ingeniero de caminos e iría con el pico y la pala a arreglar baches a una carretera?". Para la directora técnica, no está todo conseguido: "Seguimos siendo los que arreglan ordenadores y cualquier aparato que necesite electricidad. En las empresas se va asumiendo, pero todavía queda mucho camino por recorrer".

FUENTE :http://www.elconfidencial.com/tecnologia/2013/03/21/de-arreglaimpresoras-a-director-tecnico-la-evolucion-social-del-ingeniero-informatico-4505/