'Thunder', 'Pacotron' o 'Troy', tras estos alias se escondían, según la Policía, los cabecillas de Anonymous en España. En total, cuatro personas han sido detenidas y dos de ellas han ingresado en prisión en el marco de una operación internacional que se ha saldado con otros 10 imputados en Argentina, seis en Chile y cinco en Colombia.
En Málaga se ha detenido a F.J.B.D., que operaba bajo el 'nick' de 'Thunder' o 'Pacotron' y que, según la Policía, estaba "presuntamente encargado de administrar y gestionar la infraestructura informática utilizada por Anonymous en España e Iberoamérica".
Dos de los arrestados han ingresado en prisión por orden judicial, otro ha quedado en libertad bajo fianza y el cuarto, menor de edad, bajo la custodia de sus padres. Según la Policía Nacional, los detenidos serían los presuntos responsables de ataques de denegación de servicio -DDoS- y 'defacement' -modificación de una web sin autorización del propietario- a páginas web de partidos políticos, instituciones y empresas, así como de la publicación de datos privados en la Red.
En concreto, se vincula a los sospechosos con los ataques realizados recientemente a la página web de UPyD, así como a la exposición de datos personales de miembros del GEO -Grupo Especial de Operaciones- y personal de seguridad de la presidencia del Gobierno. Poco después, sin embargo, un miembro de Anonymous aseguraba que el colectivo no estaba relacionado con estos ataques.
La Policía, por su parte, afirma que "los ataques cibernéticos respondían en ocasiones a acciones individuales que se apoyaban en una pluralidad de personas que unían sus esfuerzos y conocimientos para perpetrarlos".
Se han intervenido 25 ordenadores personales, discos duros y otros dispositivos de almacenamiento que están todavía siendo analizados. Además, también han bloqueado dos servidores en Bulgaria y la República Checa.
En la operación, coordinada por la Interpol y denominada 'Exposure', hay otros 10 imputados en Argentina, seis en Chile y cinco en Colombia.
Fuente:
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/02/28/navegante/1330421554.html