A raíz de la pandemia, que los restaurantes ofrezcan el menú a través de un código QR pegado en la mesa no es extraño. Esta tecnología vive una nueva etapa, donde muchos usuarios se han acostumbrado a leer desde el móvil la carta. Pero al tiempo que crece su uso, también vuelven a primera línea sus riesgos.

El New York Times informa que estos códigos QR están facilitando a las empresas poder rastrear y analizar el comportamiento de los clientes, pudiendo con algunas aplicaciones recopilar datos personales como el historial de pedidos, el número de teléfono y los correos electrónicos. Todo un conjunto de datos muy jugosos para las empresas de publicidad y que los obtienen, en algunos casos, en el momento que hacemos algo aparentemente tan inocente como abrir un código QR.

Tienes razón... en el capitalismo salvaje te extraen los datos con este tipo de artimañas malsanas, pero se puede denunciar y sancionar al que lo hace porque la privacidad es un derecho inviolable...

En el socialismo o comunismo no hace falta esto de parte de los privados porque es el estado el que retiene todo tu historial y mantiene el monopolio de hacer lo que le de la gana con esta información sin que nadie pueda sancionalos por ello porque también son los depositarios de las leyes...