El proceso parece realizarse a toda velocidad. Apenas uno o dos segundos después de eliminar un documento de nuestro equipo, deja de estar ante nuestros ojos. ¿Cómo ha pasado todo? ¿Los datos se han esfumado para siempre? En realidad, el cambio es ínfimo y todo sigue prácticamente como estaba.
Cada vez que borramos un archivo de nuestro ordenador, como si fuera arte de magia, se esfuma obedientemente de la pantalla. Sin embargo, no todo es lo que parece: por un lado, apenas hay cambios en el equipo cuando lo hacemos y, por otro, como es lógico, no hay ilusionismo alguno detrás de este proceso.
Para empezar, cuando guardamos un documento en un disco duro tradicional, lo que hacemos en realidad es ocupar una serie de bloques (cada uno de ellos tiene unos 4 'kilobytes') enlazados entre sí. Pasado el tiempo, cuando decidimos acabar con él y le ordenamos al equipo que lo elimine, en realidad no se borra absolutamente nada.
* Lo que sucede es bien distinto: “Cuando borramos un fichero, nos vamos al primer bloque y hacemos una marca indicando que ese archivo ya no está disponible” *
Además, la tabla a la que recurre el sistema para conocer la ubicación exacta de un documento cambia. El primer carácter del nombre del fichero se modifica, y así pasa a estar perdido para el equipo. De esta forma, el proceso de borrado solo se ha llevado a cabo a ojos del sistema operativo, que será incapaz de volver a encontrarlo (al menos, sin la ayuda de un 'software' de recuperación).
Sin embargo, los datos siguen ahí, ocupando los bloques. Pero la marca que tiene el primero de ellos sirve, además, para que el equipo sepa que están disponibles. “Así, cuando vayamos a copiar otro fichero, si esos bloques se ajustaran al nuevo que queremos guardar, los utilizaríamos”
Será entonces cuando la eliminación del archivo original se haga efectiva: los datos desaparecerán y, en su lugar, se grabarán los del nuevo archivo. De hecho, el borrado de la información podría ser parcial. Si acabamos con un archivo de, por ejemplo, dos 'gigas', y el equipo usa su espacio para guardar algo de solo un 'giga', los demás bloques permanecerán intactos.
La mejor forma de eliminar por completo un archivo es escribiendo otros en su lugar. De hecho, existe un sinfín de herramientas de ‘software’ que ofrecen eliminar por completo tus ficheros: “Algunos te los borran reescribiendo hasta 35 veces, según la paranoia que tengas.
Lo que pasa cuando borras un archivo de tu ordenador no es arte de magia, pero tampoco es un proceso infalible. En realidad, puede pasar bastante tiempo hasta que puedas afirmar rotundamente que has eliminado un fichero.
Fuente : http://www.eldiario.es/hojaderouter/tecnologia/hardware/archivos-eliminacion-recuperacion-disco_duro-papelera_de_reciclaje_0_495201286.html