TP-Link se embarcó en el mercado smartphone el año pasado con la serie Neffos y tres modelos con Android que llegaron con muchas expectativas, a tenor de los grandes productos que ofrece la compañía en el área en la que son líderes como proveedores de soluciones para redes; pero también generaron dudas, precisamente por adentrarse en un terreno que no es el suyo y en el que la competencia florece en cada esquina. ¿Había hueco para TP-Link? La respuesta era obvia: solo si entregaban la misma calidad a la que nos tienen acostumbrados, por ejemplo, con sus routers.

Así, fue probar el tope de gama, TP-Link Neffos C5 Max, para constatar que, en efecto, el fabricante chino había puesto toda la carne en el asador para desarrollar un terminal de gama media realmente atractivo por el equilibrio logrado en calidad y precio. Sin entrar a competir en la gama alta, la serie Neffos quedó como uno de los lanzamientos más interesantes del año para el usuario corriente. Pero lo mejor estaba por llegar y tras la experiencia adquirida, el pasado mes de marzo se anunciaba la renovación con Neffos X1 y X1 Max.

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